Tres pequeños incendios alteraron la noche del domingo la tranquilidad habitual del psiquiátrico de Mérida. El Centro Sociosanitario Adolfo Díaz Ambrona fue escenario de tres conatos que no provocaron víctimas aunque sí algunos daños materiales. La hora en la que se produjo, la una menos veinte de la madrugada, las alarmas y la rápida actuación de los bomberos evitaron una tragedia. Afortunadamente todo quedó en un susto.

El primero de los incendios se detectó en el almacén central. Una vez saltaron las alarmas, el inspector de servicio llamó a los bomberos y la Policía. Pocos minutos después, cuando aún no se habían extinguido las llamas, comenzó otro incendio dentro del recinto. En este caso en un furgón del propio centro que se encontraba en una zona exterior. Unos minutos después se repitió lo ocurrido, y aparecieron nuevas llamas, en este caso en el taller de carpintería.

Según las autoridades sanitarias aseguran que los daños ocasionados en el almacén y la carpintería han sido "mínimos", aunque las labores de limpieza para eliminar los restos de humo se prolongarán durante unos días. Además, la furgoneta incendiada era vieja y estaba a punto de darse de baja para ser trasladada al desguace.

Ni la Junta ni la Policía desvelaron la identidad del autor de los tres incendios, que logró huir del centro sin ser visto para poco después entregarse en la Comisaría y autoinculparse de lo ocurrido. Sin embargo sí trascendió que se trata de la misma persona que el pasado mes de julio provocó otro incendio en una finca colindante al psiquiátrico. Ya entonces esta persona fue denunciada aunque el juzgado no vio "hechos constitutivos de delito". La dirección del centro espera que lo ocurrido esta vez sea suficiente para adoptar las medidas que eviten que hechos de este tipo vuelvan a repetirse.