Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz e inspectores de la Dirección General de Comercio Interior de la Junta de Extremadura se han incautado de 98 kilos de boquerones frescos procedentes de Cádiz, que no tenían el tamaño mínimo para su comercialización, y que eran transportados para ser vendidos en la capital extremeña.

Durante este servicio, efectuado en la madrugada del pasado jueves en el término municipal de Mérida, se controlaron una treintena de vehículos frigoríficos e inspeccionaron unos 29.000 kilos de pescado fresco de varias especies, con destino al abastecimiento de diferentes mercados de la zona.

En uno de estos controles se revisó un camión isotermo-refrigerado procedente de Cádiz, que transportaba unos 1.500 kilos de pescado, entre los que se localizaron catorce cajas de boquerones, que no alcanzaron los 10 centímetros de tamaño exigido.

El boquerón procedente del caladero del Golfo de Cádiz tiene establecido como tamaño mínima para su captura los 10 centímetros y si la captura es realizada en el mar Mediterráneo debe medir nueve centímetros, según establecen las normativas sobre pesca marítima en España.

DESTRUCCION DEL PESCADO El propietario de la mercancía fue denunciado ante la autoridad judicial competente y el pescado intervenido, y al no cumplir con los requisitos sanitarios, fue declarado no apto para el consumo por lo que se procedió a su destrucción.

Se trata de la incautación más importante sobre el comercio de pescado realizado en las inmediaciones de Mérida en los últimos años.

La actuación, según informó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura es fruto del plan de intervenciones puesto en marcha por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el control, inspección y vigilancia de las actividades en materia de especies pesqueras antirreglamentarias, denominado plan Paciap.