La Consejería de Sanidad y Políticas Sociales ha abierto un expediente informativo para que se investigue, a través de los servicios jurídicos de la Junta de Extremadura, un supuesto vertido de aguas fecales procedentes del Hospital Infanta Cristina de Badajoz a la red de alcantarillado de Mérida. Los hechos ocurrieron el pasado viernes, cuando una patrulla de la Policía Local, alertada por una llamada telefónica, sorprendió a tres trabajadores de la empresa Ambiental Pargaña vaciando la carga de dos camiones cisterna en un pozo de registro de la avenida Adolfo Suárez González, en las traseras del centro de rehabilitación Casaverde. Venían de realizar labores de limpieza en el hospital pacense.

Ante la sospecha de que pudieran estar cometiendo un delito medioambiental, los agentes procedieron a identificar a las tres personas y tras parar el vertido, solicitaron la presencia del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), que recogió una muestra del líquido que los camiones estaban depositando a la red de alcantarillado. El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, explicó ayer que al margen de las investigaciones abiertas por la Policía Local y el Seprona, su departamento ha iniciado un expediente informativo para conocer exactamente "y con toda seriedad" qué ha ocurrido, recoge Europa Press. Mostró además su disposición a colaborar con la justicia para "hacer todas las actividades que haya que hacer".

Sobre el asunto se pronunció también el delegado municipal de Parques y Jardines, Marcos Guijarro, que señaló que el ayuntamiento, "consciente de la infracción que se estaba cometiendo, entiende que es un delito". "La Policía Local procedió a parar el vertido y se inició un expediente sancionador", afirmó Guijarro. El delegado detalló que después se informó al Seprona, que tomó muestras del líquido y se está a la espera de los resultados, por lo que aún no se puede valorar si se han producido daños.

La empresa, Ambiental Pargaña, aclaró ayer que el vertido no es líquido procedente de la zona de necropsia del hospital como se ha llegado a decir, sino que fueron "200 litros de las aguas de baldeo del camión, ningún compuesto peligroso", los que se arrojaron por la arqueta. La empresa, subcontratada por Palicrisa, afirma que ha enviado una carta de disculpas al hospital de Badajoz y otra a la propia Palicrisa. Reconoce que actuó mal y tras señalar que todo se debe a que otra empresa de la competencia ha ido "a cazarles", alega que tras los trabajos en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz tenía otro servicio en Almendralejo, donde tenía que llegar con el camión limpio.