Cuando el líder de Podemos, Pablo Iglesias , estaba con chupe, en un pleno del ayuntamiento, se discutía si Jesucristo era de UCD o del PSOE. En esta época Alianza Popular, hoy PP, ni existía.

Guadalupe Alonso , socialista, disputaba con Pedro José Aránguez Gil , el político más honrado que he conocido y, he conocido a muchos, si Jesucristo era socialista o ucedista. Ambos querían a Jesucristo en sus filas. Guadalupe fue más allá, quería que el ayuntamiento nombrara arzobispo de Mérida a Aquilino Camacho , sacerdote, abogado y vicario de la diócesis, todo un personaje, cuyas investigaciones sobre la Iglesia emeritense han valido para conocerla mejor. Aquilino Camacho jamás hubiera vendido, por cero pesetas, el convento de las Concepcionistas. El alcalde, Martín López Heras se subía por las paredes.

Pablo Iglesias, responsable mayor de Podemos, piensa que Cristo estaría en sus filas. Pablo, cuando viene por Mérida, se encierra en la con catedral de Santa María con los del campamento dignidad, algo es algo. ¿Rezarán para que Jesucristo le conceda sus peticiones? También estaba Julio Anguita , le deseamos que se mejore, pero éste rezar, poco. Pablo de Tarso era más inteligente que todos ellos y, una caída del caballo le hizo reflexionar y cambiar su postura anterior. Es posible que a Pablo Iglesias lo veamos de misionero en Venezuela o Cuba.

¿Qué pensará Jesucristo de esta movida política? Decía: "Al Cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Vamos, que lo dejó claro en su tiempo, la política no le importaba un pimiento y ahora sería lo mismo con la escandalera que hay. Criticaría las guerras en distintos países del mundo, el hambre de niños y mayores del tercer mundo y la falta de caridad entre los humanos. ¿Cómo se iba a afiliar a un partido político? A más de uno lo echaría a patadas de su sede como a los mercaderes. Que Dios nos coja confesados, con la que se nos viene encima: "Virgencita, por lo menos como estaba".