GANADERIA: 6 erales de Sáchez Ibargüen, bien presentados. Dieron buen juego, salvo el 6.º, y al 2.º se le dio la vuelta al ruedo.

Ayer se vivió en la novillada de promoción que cerró la Feria de Mérida una tarde interesante. Nunca nos cansaremos de aplaudir la labor de las escuelas taurinas y, muy especialmente por lo que nos toca, la de la Diputación de Badajoz.

Los toreros que actuaron en la novillada sin caballos estuvieron en novilleros. El triunfador absoluto, porque está mucho más puesto, fue el albaceteño Arenas García, pero Julio Martínez y Tulio Salguero, los dos extremeños, no desentonaron.

Arenas García causó una grata impresión. Con el capote porque sabe adelantarlo a la verónica. Porque es espectacular con las banderillas, clavando sin ventajas. Y porque hace un toreo de calidad cuando da sitio a los erales, adelanta la muleta, los engancha, los lleva atrás, remata el pase y deja el engaño puesto para ligar.

El torero manchego hizo una muy buena faena a su primero, un soberbio animal al que se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre. Con el quinto, que echaba la cara arriba, hubo menos acople.

Jaime Martínez brilló ante el buen cuarto. Pronto se dio cuenta de que el pitón bueno era el izquierdo y la faena fue toda al natural, con muy buena técnica, pues pudo sacar tandas con la premisa de llevar al animal hasta el final y ligar los muletazos.

Tulio Salguero se queda muy quieto. Tiene valor pero debe hacerse. Lo mejor suyo es, además de la quietud, la voluntad de ligar series largas de pases, aunque debe de tratar de llevar más largos a los erales.