--¿Qué balance hace del 2013?

--Hay que resaltar un aspecto positivo y uno negativo. Han venido más jóvenes, que es importante, pero lo han hecho porque están en paro. Se han impartido más cursos de formación que otros años y con más participación. Con respecto a las organizaciones que conforman la Plataforma, en general se ha notado más que hay una demanda tremenda en las de primera necesidad. Y aquí también hay aspectos positivos y negativos: el centro de transeúntes ha estado lleno, pero se ha abierto el comedor social y se ha reclamado personal. Respuesta de Mérida: 93 voluntarios.

--¿Qué actividades han venido desarrollando a lo largo del año y qué tienen previsto para 2014?

--Hemos seguido apoyados en nuestros pilares clave: tratar de captar voluntarios y formarles. Este año sí se ha captado gente (nunca toda la que se necesita) y se han dado cursos de formación no solo generales, sino también específicos sobre cáncer, discapacitados, habilidades sociales... Para el 2014 deseo que haya voluntarios para cubrir las necesidades que tenemos, sobre todo en las ONG que más necesitan, que son las de mayor subsistencia: el centro de transeúntes, los asilos de mayores... Nuestro objetivo es ir cubriendo parches y sobre todo, que la gente tome conciencia de que tiene que aportar algo. Hay etapas de la vida en que nos cuesta más porque no tienes tiempo, estás trabajando o tienes niños pequeños, pero hay que tomar conciencia de la necesidad para aprender cooperar con pequeñas cosas y creer en la filosofía de echar una mano.

--¿Algún proyecto concreto?

--Dependerá de lo que tengamos y lo que vaya saliendo. Hasta ahora hemos contado con la ayuda del ayuntamiento por una parte, para el mantenimiento de la sede y el personal técnico, y con la del Gobierno regional por otra, que ha dado subvenciones para actividades concretas. Esperamos reeditar una vez más el convenio con el consistorio, que el año pasado nos dio 15.000 euros, porque si no no podremos contratar personal técnico, que es fundamental para gestionar los proyectos. Y aquí yo siempre aclaro algo: el voluntariado no requiere dinero, pero sí se necesita para una serie de cosas como por ejemplo, tener en la sede a una persona que atienda al público, porque los voluntarios están para otras cosas. Nosotros vivimos de las subvenciones y estas se han recortado, pero tenemos que dar las gracias porque pese a los malos tiempos, en 2013 hemos contado con personal técnico y hemos poder hacer cosas. En cualquier caso, ahora en enero celebramos nuestra junta general y mi idea es que la directiva de la Plataforma se renueve por completo: que venga gente más joven para que esto empiece a caminar de otra manera, aunque siempre manteniendo los mismos objetivos.

--¿Responde la ciudadanía cuando hay necesidad?

--Cuando se presenta una cosa puntual sí. Luego nos metemos en el día a día y la gente se olvida. Pero yo, al hablar de voluntario, me refiero al que está organizado y adquiere un compromiso día a día o semana a semana, al que tiene su ficha, al que cuando no puede ir llama por teléfono. No obstante, sí pienso que aunque estemos en un mundo material o egoísta, cuando se remueve el corazón es poca la gente que te dice que no. Si a la gente le presentas cosas, hace cosas. Por ello, la clave es ofrecer poyectos concretísimos y a ser posible, cercanos. Ese es también uno de nuestros objetivos para 2014: trabajar con las asociaciones de vecinos para que sean los mismos vecinos los que ayuden a los mayores o a los discapacitados de su propia barriada.