El alcalde de Mérida, Pedro Acedo, se va a volcar con el lago de Proserpina. El pulmón de Mérida lo quiere sin la más mínima impureza, que no tenga ni una sola fisura y, al respirar, que lo haga a pleno pulmón.

Se ampliará la carretera desde el cruce de Montijo con la carretera del Sapo hasta el lago, el doble de la actual, según el proyecto que tiene CHG y que Pedro Acedo se ha comprometido a que, terminada la obra, la recepcione, y el ayuntamiento corra con el mantenimiento. Tendría, por lo tanto, dos carriles y esto daría, no sólo más seguridad a los vehículos y peatones, sino la posibilidad de contemplar ya el vivir de forma permanente, como lo están haciendo muchos ciudadanos.

Confederación Hidrográfica del Guadiana repondrá todas las farolas que han sido víctimas del gamberrismo y todo lo que falte en el paseo perimetral.

Además se quitará la escombrera que hay al lado del centro de interpretación del lago y se estudiará la posibilidad de que las dos instituciones, Junta de Extremadura y ayuntamiento, pongan en funcionamiento el puesto de socorro de la Cruz Roja.

El alcalde quiere emplear una buena cantidad en asfaltar. Un riego asfáltico en todas las calles, conducir el agua de lluvia para que no haya inundaciones en determinados lugares de las urbanizaciones, iluminar todas las calles del lago Proserpina y remodelar también los chiringuitos.

Al ser zona urbana, y con pleno derecho en todos los aspectos, se le va a dar lo necesario para que los emeritenses puedan disfrutar de uno de los lugares más bellos de Mérida.