La de la noche del viernes es la segunda tromba de agua caída en Mérida en una semana, aunque esta última ha tenido consecuencias más importantes. Los bomberos tardaron en recibir la llamada para achicar agua, pero al final tuvieron que salir debido a las balsas que se acumulaban sobre todo en la zona del antiguo escaléxtric, donde cada vez que llueve con cierta intensidad se produce este problema. Además, algunos locales resultaron anegados.

La ley de protección de la calidad del suministro eléctrico en Extremadura entró en vigor el pasado 5 de marzo. En ella, se establecen penalizaciones a la empresa cuando los apagones no estén justificados; sin embargo le exime de multas si se producen por terceros y fuerza mayor --la climatología--, pero siempre que las distribuidoras lo puedan demostrar.