Unas cincuenta limpiadoras de edificios públicos del ayuntamiento se manifestaron ayer en protesta por el proceso de privatización de este servicio iniciado por el gobierno municipal del PP.

Durante la manifestación, que transcurrió sin incidentes por el centro, se repartieron dípticos con las razones por las que se oponen a esta privatización, entre otras porque "aumenta el gasto económico del ayuntamiento, y dicho gasto va a parar a manos privadas".

Juan Luis Lancho, delegado en el ayuntamiento de CCOO, sindicato convocante de la protesta, manifestó que "hemos desmontado todas las mentiras del equipo de gobierno, como que eran las que más ganaban de España y donde más bajas tenían, que es como consecuencia del sobre esfuerzo al que se ven obligadas por la escasa plantilla".

El proceso de privatización de este servicio está recurrido en el Juzgado Contencioso Administrativo y en espera de juicio. Antes, CCOO había interpuesto dos recursos contra el pliego de condiciones económicas administrativas para paralizar el proceso, pero este sigue en marcha.

Francisca Chaves, concejala socialista, culpó al equipo de gobierno de deteriorar "intencionadamente" este servicio y tener una excusa para privatizarlo.

Las Concejalías de Limpieza y Personal consideran que la privatización "supondrá una mejora en eficacia y un gran ahorro de costes a medio y largo plazo".