La atracción de más turistas será una de las ventajas que tendrá Mérida con la entrada en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad a partir de marzo --ahora lo forman once--, pero su integración implica el cumplimiento de una serie de requisitos que van unidos a la protección del legado histórico-cultural.

Para que un monumento, conjunto o lugar sea incluido en esta lista debe, entre otras cosas, "constituir un logro artístico único o ser una obra maestra del genio creador", así como "haber ejercido una influencia considerable durante un periodo determinado de la historia o dentro de un área cultural del mundo, sobre la evolución de la arquitectura, las artes monumentales e el planteamiento urbano y paisajístico", según recoge la entidad.

Otro requisito indispensable es "ser y aportar un testimonio único o, por lo menos, excepcional, de una civilización desaparecida", además de "estar directa y perceptiblemente asociado con sucesos, ideas o creencias de importancia universal excepcional", entre otros factores.

A la vista de ello, la inclusión de Mérida era cuestión de tiempo. Ahora, el Estado ha de incrementar el presupuesto para lograr su protección y defensa.