Diez años abonado al 15.513 y finalmente la suerte le sonrió, aunque no solo a él. Francisco Quintanilla, dueño de la administración de loterías ubicada en el número siete de la calle Graciano, ha traído la fortuna a la ciudad al vender 30 décimos del primer premio de la Lotería Nacional del pasado jueves.

En total ha repartido 900.000 euros, 30.000 para cada agraciado y entre ellos se encuentra el propio lotero, que según confiesa llevaba diez años jugando a la cifra ganadora.«Me he llevado un pico», reconoció ayer. Muy emocionado, Quintanilla explicó que estaba muy feliz por haber dado el premio y sobre todo porque este «ha caído en los clientes habituales, los de siempre».

Cuenta que el mismo jueves por la noche ya algunos compradores frecuentes, al saber que el décimo estaba premiado, se pusieron en contacto con él y lo celebraron en un bar. Además, ayer por la mañana aún había quien no sabía que era poseedor del número agraciado, pues fue el propio Quintanilla quien se puso en contacto con ellos para darles la gran sorpresa. Según explicó, es posible incluso que alguno se hubiera quedado con dos décimos.

No cabe duda que el premio del jueves ha sido una gran noticia para muchas personas de la ciudad, pero desde la administración dejan claro que en los últimos seis meses han repartido, al menos, siete premios. Entre ellos destacan una Quiniela de 14 aciertos premiada con 80.000 euros. Y el año pasado también sellaron un Euromillón con un premio de un millón de euros. De esta forma, Quintanilla destaca que «el negocio funciona muy bien» y ni siquiera un local de apuestas que ha abierto recientemente justo al lado le hace competencia. De hecho, asegura que lejos de perjudicarle, le beneficia porque ha ganado más clientes.