El pleno municipal aprobó ayer la supresión de la tasa del servicio de teleasistencia, que volverá a ser gratuito a partir de marzo para más de 200 beneficiarios. Aunque todos los grupos votaron a favor, el debate no se desarrolló sin polémica ya que tanto el PSOE como el Grupo Mixto criticaron la "incongruencia" del ayuntamiento por derogar la tasa meses después de haberla aprobado "con una subida del 162%".

La delegada de Hacienda, Begoña Saussol, insistió en que la decisión se ha tomado a raíz de la mejora de las arcas municipales, que ahora permite asumir el coste del servicio a pesar de no tratarse de una competencia propia. "Las liquidaciones nos avalan y las cuentas lo permiten. Actuamos con responsabilidad y ahora se puede asumir", indicó Saussol, que recordó que "hablamos de un gasto extremadamente pequeño, dos euros por usuario".

Desde el PSOE, Carmen Yáñez criticó que la tasa subiera incluso para los que estaban "por debajo del umbral de la pobreza" y consideró que "por 20.000 euros", el servicio se podría haber mantenido. En la misma línea, el edil de IU, Alvaro Vázquez, recordó que su formación propuso varias modificaciones para mantener la gratuidad y descartó que el gasto que supone "pusiera en peligro la estabilidad presupuestaria".

En el pleno de ayer también se aprobó con los votos del PP el estatuto de la entidad urbanística de conservación Expacio Mérida, que obliga al ayuntamiento a asumir el coste del alumbrado público, la gestión de residuos y la potabilización del agua en el parque industrial. PSOE y Grupo Mixto pusieron en duda la capacidad del consistorio para hacer frente a estos gastos y la delegada de Urbanismo, Raquel Bravo, recriminó a los socialistas "que exigieran tan poco a la Junta" durante su construcción y que "dejaran escapar el suelo que da dinero".