Cine y periodismo van de la mano en la trayectoria profesional de Mamen Briz, una emeritense apasionada de la cultura que acaba de recibir el Premio Miradas 2016 que otorga el Festival de Cine Inédito de Mérida. Además de sus trabajos como guionista y periodista, es una firme defensora de los derechos de los mujeres.

-Su incursión en el cine fue como guionista del cortometraje documental ‘Túnel número 20’ que consiguió el Goya en 2003...

-Mi primera incursión dentro del mundo del cine y encima resultó premiado. Disfruté muchísimo haciendo el trabajo porque sobre todo quería que fuese respetuoso con las víctimas de aquel accidente de tráfico y la gente que lo vivió. He tenido la suerte de poder vivir el cine desde dentro, no solo desde fuera como amante del cine. Entro y salgo del mundo del cine en función de que los trabajos me interesen. Nunca me planteé abandonar mi oficio de periodista y dedicarme de pleno al cine porque amo mi profesión.

-¿Qué requiere un buen guión?

-Un buen guión está compuesto de muchísimas cosas, pero sobre todo requiere que la historia tenga coherencia y que los personajes sean capaces de tener una vida propia para que la gente pueda hacerlos suyos. El trabajo de un guionista consiste en estar sin que se te vea, lo mismo pasa con el periodismo. No me gusta el periodismo personalista.

-¿Qué supone recibir el Premio Miradas del festival de cine?

-Al principio de conocer que me lo iban a dar me dio un poco de pudor porque hay mucha gente en Extremadura que está haciendo cosas muy buenas. Es una alegría inmensa recibir un premio y un reconocimiento en la ciudad que te vio nacer y creo que es una de las cosas más maravillosas que te pueden pasar a lo largo de tu carrera profesional, que te devuelvan de alguna manera todo el amor que tu sientes hacia tu tierra y tu gente.

-Desde el punto de vista de la cultura, ¿cómo ve la ciudad?

-Se están haciendo cosas muy interesantes en la ciudad. Los jóvenes de hoy son muy afortunados de vivir en una ciudad donde no faltan referentes culturales durante todo el año. Mérida ha mejorado en muchísimas cosas desde que era joven y en el mundo de la cultura se nota muchísimo. El festival de cine inédito es un auténtico privilegio porque no tiene nada que envidiarle a otros muchos en los que he tenido la oportunidad de participar.

-Trabaja en un periodismo especializado en el mundo de las mujeres, ¿cuáles son los retos?

-En cuanto al tema de violencia contra las mujeres tenemos grandes retos por delante. El relato de las mujeres afectadas nos tiene que servir para encontrar buenas soluciones. Durante muchos años se ha insistido en el asunto de la denuncia y siempre he sido muy reacia a que la denuncia fuera una exigencia para que una mujer recibiera protección. La sociedad no puede exculparse de la responsabilidad social que tiene. No basta solo con pedir que se aumenten las penas hacia los agresores, sino que tenemos que pensar profundamente porqué están actuando de ese modo y dar también una atención especial a los hombres que en algún momento de sus vidas han maltratado o agredido. El cambio pasa por la educación, por los referentes que tenemos del amor, como la idea del amor romántico que se expande como si todo tuviera cabida. Hay que cambiar también muchas cosas conforme al lenguaje. No me gusta hablar de mujeres maltratadas, prefiero hablar de mujeres que en algún momento de sus vidas han recibido maltratos porque lo otro supone categorizarlas. Al final tendríamos que tener una mayor empatía hacia las mujeres que sufren violencia y escucharlas.