El periodismo, en determinados casos, es pura vocación. María del Mar Pérez de la Heras es un caso de auténtica vocación. Es Licenciada en Derecho y su profesionalidad está fuera de toda duda. Lo sé por experiencia. A pocas como María del Mar he encontrado. Hace unos años tuve la suerte de conocer otra vocación similar Marifé Zama. Supo de su sapiencia otro periodista Pablo Sánchez y se casó con ella. Es una lástima que hayamos perdido los reportajes de Marifé.

Mar de fondo es el título del programa que lleva María del Mar en Tele Mérida. Es una periodista como la copa de un pino, pero un pino con una copa que asombra a más de uno.

Preocuparse por salir una crítica en los Bellotinos es dar importancia al algo que no la tiene. Los políticos nacionales y regionales se parten la cara por salir en los guiñoles de Canal Plus y se les dice de todo menos bonito. Se suele decir: que hablen de uno aunque sea bien .

Lo he repetido muchas veces, si tuviera la responsabilidad de un medio de comunicación se vendría a mi lado sin pensármela dos veces. He conocido en más de 30 años de periodismo a muchos y muchas, algunas en prácticas, ya se las veía que iban a ser periodistas sensacionales como Cristina Cabrero o Israel Espino.

María del Mar compagina su vocación periodística con su profesión de procuradora. Pero esta vocación la trae de pequeña, presentaba actos sociales en el chalet de su abuelo Federico de las Heras. Tiene clase, es guapa, culta y sabe estar. Mérida sobrepasa el centenar de periodista, si a alguien se la destaca, aunque sea una crítica, será por algo y ese algo es que María del Mar tiene un visión periodística que lo mismo entrevista a un torero, futbolista, cocinero o un ama de casa con una soltura que personalmente admiro. Tiene facilidad de palabra, expontaneidad y simpatía. Llegará donde le de la gana, sin necesidad de ayuda de ningún tipo, el periodismo lo lleva dentro. Yo la ficharía.