Sobreponerse a las adversidades y hacerse fuerte ante ellas. Esta es la filosofía de vida que se desprende de María García Muñoz, madre de una niña con cuatro años que tiene Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) y presidenta de la Asociación Emeritea, un colectivo de reciente creación que tiene como objetivo trabajar en favor de los niños y niñas con TEA.

-¿Cómo surge la asociación?

-En la asociación llevamos trabajando unos cinco meses y surgió de la necesidad que teníamos las familias de encontrarnos unas a otras. No había ningún colectivo en Mérida y cuando a tus hijos le dan un diagnóstico TEA te sientes un poquito solo. Aunque en la ciudad hay muchas más familias en nuestra situación, en la asociación estamos 13 familias. Como padres estamos dando visibilidad, porque pensamos que nuestros hijos estarán mejor cuanto más se conozca el trastorno y con más naturalidad se vea. Tendrán un sitio en la sociedad y es lo que nosotros buscamos.

-¿Se conoce lo suficiente el TEA?

-Hay bastante poco conocimiento sobre el TEA. Yo estoy empezando ahora a saber bastante del autismo porque me ha afectado personalmente, pero incluso yo misma antes de tener a mi hija pensaba que el autismo era una cosa totalmente diferente a lo que es. Hasta hace poco este trastorno estaba más bien ligado a la psicopatía infantil, es decir, a la esquizofrenia infantil y ese tipo de cosas, pero no tiene nada que ver. Quizás a mucha gente les causa rechazo y les asusta, pero realmente son niños que tienen un trastorno y con una buena terapia pueden mejorar muchísimo. Son niños con unas habilidades increíbles porque lo que se les da bien lo llevan a otro nivel. Ellos simplemente tienen otra manera de ver el mundo apoyándose sobre todo en las imágenes.

-¿Qué demandas tienen por parte del colectivo Emeritea?

-Estamos luchando para que haya un aula TEA en Mérida. El aula TEA es un aula de apoyo que tendría que estar en un colegio ordinario, pero a veces hay un gran desconocimiento de lo que supone el aula TEA por parte de los claustros de los colegios, que al final son los que tienen que decidir si sí o si no. Ellos piensan que todos los niños con autismo irían al cole, pero eso no es así porque hay establecido un máximo de seis niños por aula y tiene que haber un mínimo de tres para que se abra una. Además los niños tendrían que estar matriculados para el aula ordinaria y para el aula TEA con el correspondiente informe que indique que el niño necesita este aula de apoyo y con el correspondiente seguimiento.

-¿Reciben ayuda para los tratamientos de las administraciones?

-Hay ayudas económicas pero el niño tiene que estar diagnosticado con algún grado de discapacidad. Un niño con TEA necesita mucha estimulación y mucha terapia, pero la que dan a nivel público cubre lo mínimo y los niños tienen que estar muy estimulados para que avancen. Hay terapias que son muy costosas.