Los vestigios romanos han sido siempre la característica fundamental de Mérida, pero más allá de la florida cultura clásica, la ciudad es un mosaico de tesoros arqueológicos en los que culturas como la visigoda o la musulmana también han dejado su impronta. Bajo esta premisa, el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida ha celebrado esta semana sus primeras Jornadas de arqueología e historia medieval de la marca inferior Al-Andalus , en las que profesionales como el presidente de la Asociación Medievalista Española, Juan Zozaya Stabel, el director del Consorcio, Miguel Alba, o el arqueólogo de esta entidad Santiago Feijoo, entre otros, han difundido los avances en el conocimiento del pasado musulmán y su huella tanto en el yacimiento emeritense como en otros puntos de la región.

Pocas personas conocen que Mérida fue una de las ciudades que más se resistió a la conquista musulmana, durante decenas de años, o que sus ciudadanos destruyeron las casas cercanas a las murallas para crear un descampado que facilitara su defensa. Asimismo, como señala el arqueólogo Santiago Feijoo, "la Alcazaba, más que ser la Alcazaba de Mérida, fue la Alcazaba contra Mérida", puesto que fue construida para proteger a los fieles del emir Abderramán II de la resistencia de la entonces ciudad visigoda.

REFERENTE IBERICO Detalles como estos han sido eclipsados a lo largo de la historia por el legado romano, pero tienen una gran importancia para la ciudad. En declaraciones a EL PERIODICO, Feijoo asegura que "el patrimonio romano es espectacular y hay más, pero es igual de importante el musulmán. Epocas como la visigoda y la musulmana ahora se empiezan a conocer y Mérida es dentro de la península ibérica un referente en época islámica".

También señaló la existencia de una serie de palacios que no están documentados en ninguna parte de la Península, "muy bien construidos, extraordinarios y en lugares diferentes, crean una ciudad que no conocíamos". Feijoo, que centró su conferencia en las fortificaciones musulmanas de la ciudad, destaca que "existen los restos de una albarrana muy curiosa que está dentro de la terraza de un bar junto a la calle Almendralejo y es una estructura única, con dos arcos y parece de época muy temprana, del siglo octavo o noveno, y está perfectamente conservada. Esa suele pasar desapercibida, y la gente la ve como adosado de la muralla romana".

Los restos arqueológicos musulmanes de la ciudad beben de otras culturas como la romana, ya que a lo largo de la historia, las civilizaciones posteriores han reutilizado piezas de culturas anteriores para sus propias construcciones. Por ejemplo, Miguel Alba señala que "las cimentaciones y los alzados que conservamos de los palacetes emirales son muy afines al estilo romano y aparecen piezas de mármol por ejemplo, reutilizadas". Alba, también hace referencia a las construcciones que se estaba desarrollando en el mismo periodo en otro punto de la Península, como Asturias, donde la arquitectura imperante en ese momento recuerda a la misma que se desarrollaba en la Mérida emiral, según los yacimientos arqueológicos que se están estudiando hoy día.

NUEVO FORO DE DIFUSION La importancia de los datos históricos que se han puesto de manifiesto durante estas jornadas reside en el hecho de que "esta zona siempre se estudia desde el punto de vista de los romanos y otras épocas también son interesantísimas y empieza a haber trabajos de especialistas en toda la Península y hay que dar un foro para exponerlos", según Feijoo. Como señala Miguel Alba, "la arqueología medieval en Mérida parece que siempre ha estado eclipsada por la romana, pero llevamos ya 20 años con la investigación en el tema medieval islámico. Y con jornadas como la de esta semana tratamos de añadirla a ese discurso".