La desesperación por coger una plaza de aparcamiento puede costar caro a los conductores. La grúa municipal retira una media de cuatro vehículos diarios de las calles de Mérida, sobre todo por estar aparcados en lugares prohibidos. En lo que va de año, esta y otras imprudencias ya han llevado al depósito 1.500 automóviles de todo tipo. Recuperarlos es tarea cara, ya que volver a coger el coche cuesta 60 euros, mientras que si es una moto hay que pagar 9 euros.

La mayoría de las multas que pone la policía local es por estacionar el vehículo en una zona no permitida, aparcar en doble fila o sobre un paso de peatones. Por ello, una imprudencia de este tipo puede suponer un desembolso importante de dinero para quien las comete, ya que además de lo que debe abonar para recoger el automóvil o la motocicleta, ha de cargar con la multa correspondiente. Un conductor poco respetuoso con las señales puede acabar pagando hasta 210 euros.

Las ordenanzas castigan con una multa de 150 euros dejar el vehículo en las paradas de los autobuses o donde impida ver la señalización. Además, si aparca en doble fila o en aceras y le multan, deberá pagar 96 euros.

Con las cifras en la mano, y más en estas fechas, hay razones para tener calma y no dejar el coche en cualquier sitio.