La puesta de largo de las nuevas instalaciones de Proserpina ha obtenido una gran acogida de usuarios durante el primer fin de semana de funcionamiento. Sin embargo la actitud incívica de algunos usuarios ha emborronado la inauguración de la zona de baños. Proserpina amaneció la mañana del domingo y la de ayer lunes sucia, llena de todo tipo de desperdicios, a pesar de que en el paseo se han instalado numerosas papeleras y contenedores de basura.

Papeles, latas, botellas, restos de botellones, incluso compresas, han recogido los trabajadores del servicio municipal de limpieza. Para evitar que esta escena vuelva a repetirse en una zona en la que se acaban de invertir más de 800.000 euros procedentes de fondos públicos, el ayuntamiento va a tomar medidas drásticas.

De hecho, durante este primer fin de semana se han elaborado 15 propuestas de sanción por arrojar basuras, que una vez aprobadas supondrán sanciones de entre 60 y 750 euros. De cara al próximo fin de semana, los empresarios que gestionan los cinco chiringuitos sopesan la contratación de seguridad privada, y la Policía Local patrullará con agentes de paisano, con el fin de cazar a quienes no respetan las normas de convivencia.

Este primer fin de semana no se ha actuado contra los vehículos mal estacionados, porque "nos hemos visto desbordados", según indicó el concejal del área, José Fernández. A las tres de la tarde del sábado había 17 vehículos en el párking --cuesta un euro y los fondos van a parar a una oenegé-- y cientos de coches se encontraban mal estacionados en la carretera y en lugares en los que no está permitido el acceso de vehículos a motor. A partir de ahora quienes lo hagan se enfrentarán a una multa de 90 euros más los 60 de la retirada con grúa.

El alcalde, Angel Calle, dijo ayer que ha sentido "vergüenza ajena" al comprobar cómo ha quedado el entorno, y advirtió que las ordenanzas se van a aplicar de forma "estricta" para evitar que se repita.