Un dicho popular señala que del cerdo se aprovecha todo, pero hay que saber como hacerlo, y para ello, el instituto Santa Eulalia celebró ayer una matanza didáctica, organizada por la asociación de padres y madres de alumnos del centro.

Más tarde de lo que manda la tradición, a las nueve de la mañana comenzó el sacrificio de tres cerdos ibéricos y, después de la revisión preceptiva del servicio veterinario para prevenir posibles enfermedades de los animales, los allí presenten conocieron como se reconoce la carne en busca del parásito trichinella . Para ello hay dos formas: mediante comprensión en placa y por digestión artificial.

Tras la explicación de cómo es el despiece del cerdo y la elaboración de embutidos, llegó la fase más gustosa: la degustación de la carne y de un cocido.