Hablar bien el idioma español y, si es posible, saber desenvolverse entre copas y bandejas. Con esas dos condiciones, encontrar un trabajo en la ciudad resultará más fácil . Esa es al menos la intención de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que ayer clausuró en Mérida dos cursos formativos, uno de español y otro de camarero, en el que han participado 150 y 50 inmigrantes, respectivamente.

El responsable de los cursos en Mérida, Manuel García, agradece al ayuntamiento los servicios prestados, ya que se han realizado en la antigua Politécnica y el albergue juvenil, y solicita apoyo institucional del consistorio para que las personas que han superado el curso de camarero puedan integrarse laboralmente, un llamamiento que también hizo al empresariado de la ciudad.

En este sentido, el alcalde de Mérida, Angel Calle, anuncia que firmará en el 2008 un convenio de colaboración "estable", y posiblemente con CEAR para la atención a refugiados e inmigrantes en la ciudad. Además, espera que con estos cursos los inmigrantes tengan las herramientas "necesarias" para integrarse laboralmente en la sociedad.

"Nos hacen falta"

Por ello, ejercerá todas las influencias para que el empresariado pueda acoger a inmigrantes, que "enriquecen culturalmente y no nos sobran, sino que nos hacen falta".

Para Calle es esencial establecer en Mérida una política "estable, continua y adecuada" para atender a las personas ya que además de ofrecer prosperidad económica, enriquecen a todos los vecinos.

Los participantes se han mostrado muy interesados durante todo el año por aprender este oficio e ilusionados con poder trabajar en Mérida.