Cada año se registran en Mérida una docena de casos de personas que han sido mordidas por perros potencialmente peligrosos, de los que existen en la ciudad en torno a 200, pero apenas un 1% de ellos están censados, según fuentes municipales consultadas por este periódico. Por ello, el ayuntamiento realizará este año una nueva campaña para que los dueños censen a todos los perros, pero con especial incidencia sobre los potencialmente peligrosos.

El último caso conocido sobre ataques de perros a personas se produjo en diciembre pasado, cuando una joven resultó herida tras ser atacada por dos canes al mismo tiempo en la zona de adosados de la urbanización El Prado. El ataque le produjo múltiples heridas en las manos y los brazos. Uno de los animales era un rottwailer y otro un perro lobo. El hecho fue tan grave que la joven tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico.

Otro suceso destacado ocurrió hace dos años en el lago de Proserpina, al atacar dos boxers a un vecino que circulaba con su automóvil causando la alarma entre los lugareños.

300 EUROS El censo de estos animales es obligatorio por la ordenanza municipal reguladora de la tenencia y circulación de perros, pero el ayuntamiento aún no ha sancionado por este hecho. Por ello, iniciará este año una nueva campaña para que los dueños registren a los perros; de lo contrario, no descarta empezar a multar a personas que no lo hagan, con sanciones que alcanzan hasta los 300 euros.

El problema de no tener registrados a estos animales no se limita a los canes peligrosos sino a todos los perros en general, ya que el consistorio calcula que sólo están censados entre el 15 y el 20% de los que hay.