Una vez más la basílica de Santa Eulalia fue un goteo constante de personas que querían besar la mano de la patrona de Mérida. El tradicional besamanos de la mártir reunió a lo largo del pasado domingo a miles de fieles, algunos de los cuales participaron también en la subasta del ramo.

Durante la homilía se puso de manifiesto la devoción que los ciudadanos sienten por santa Eulalia y se recordó la situación conflictiva que se vive en algunas zonas del planeta.

Además, los ciudadanos adquirieron recuerdos y dulces de un quiosco ubicado en la entrada al templo, instalado por la Asociación para el Culto de Santa Eulalia.

La próxima cita masiva para los devotos de la patrona emeritense será el 10 de diciembre, día de santa Eulalia.