La última intervención política para la modificación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se aprobó en pleno en junio, para permitir la construcción de 962 viviendas en los antiguos terrenos de la factoría de Carcesa, un tercio de las cuales serán pisos sociales. La venta de estas casas podría generar 60 millones.

De las pocas actuaciones aprobadas, el plan desarrolla 1.300 viviendas en la zona de Las Abadías y en la Zona Norte de la ciudad. Pese a estas ejecuciones, el informe encargado por la Consejería de Fomento recoge que la situación de Mérida es mucho peor que la de Cáceres y Badajoz respecto al grado de cumplimiento del PGOU.