El concejal de Deportes de Mérida, Fernando Molina, afirmó ayer que la piscina climatizada no tiene problemas de salud pública y que se han realizado todo tipo de controles "para dar la seguridad que queremos a un espacio público", aclaró.

También indicó que el pasado viernes la piscina no se evacuó, si por evacuar se entiende desalojo de un recinto ante un riesgo eminente de catástrofe, sino que se cerró antes de tiempo y como medida de prevención ante tres casos de faringitis y uno de conjuntivitis leves.

Molina también indicó que no sabía a qué se debían estas molestias, ya que la médico de guardia no apuntó los motivos en el libro de registro, ni los nombres ni las edades de los afectados.

Con estas afirmaciones, Molina sale al paso de las acusaciones del concejal del grupo socialista Julio César Fuster, quien manifestó que el viernes por la tarde fueron evacuadas 20 personas por falta de seguridad tras desinfectar por las mañana las instalaciones.

Fernando Molina señaló que Fuster se había "precipitado en sus acusaciones, además de faltar a la verdad y de querer sacar tajada política", y dijo que tomó la decisión de cerrar la instalación "antes de que se diera un probable caso de peligro".