Una vez finalizado el juicio con todas las declaraciones, en la sala se produjeron momentos de mucha tensión, e incluso hubo un intento de linchamiento al acusado por parte de los familiares de las víctimas. Sin embargo, la labor de las fuerzas de orden público evitaron cualquier incidente. Tras calmarse los ánimos, se marcharon sin problemas.

Al grito de asesino, los familiares de los cuatro jóvenes fallecidos abandonaban las dependencias de los juzgados, no entendiendo tampoco cómo había abogados que pueden defender al acusado. Además, se quejaban de por qué no se le practicó la prueba de alcoholemia. Asimismo, criticaron a una conocida aseguradora, que también pide la absolución.