José Miguel Cañamero, vecino de Mérida de 39 años, falleció en la madrugada de ayer tras ser atropellado por un vehículo que se dio a la fuga. Las Fuerzas de Seguridad buscaban al cierre de esta edición al autor del siniestro y mantienen abierta la investigación sobre el mismo, que cuenta con los datos aportados por testigos. Los primeros indicios apuntan a un joven al volante de un Peugeot azul, que viajaba acompañado.

El accidente se produjo en el cruce de la calle Benito Toresiano con Pizarro, donde el conductor, que al parecer no circulaba a una velocidad excesiva, se saltó una señal de stop. Justo en ese momento, en torno a las 00.45 horas, cruzaba la vía un vecino, José Miguel Cañamero, que solía salir a la calle para fumarse un cigarrillo, según apuntaron vecinos de la zona, conmocionados por el suceso. Tras ser arrollado por el coche, José Miguel se levantó, pero tras unos pocos pasos se desplomó y los servicios sanitarios que acudieron no pudieron hacer nada por salvarlo.

La autopsia fue realizada ayer por la mañana en Badajoz, desde donde la víctima fue trasladada al tanatorio de Mérida. El entierro será hoy a las nueve de la mañana en la Parroquia de San José de la localidad.

INVESTIGACION ABIERTA Agentes de la Policía Local, Nacional y de la Guardia Civil buscan desde ayer al autor del atropello que, según los primeros indicios, es un joven que conducía un Peugeot azul e iba acompañado. Como parte de la investigación, están revisando todas las cintas de las cámaras de seguridad de la zona, para recopilar todos los datos posibles sobre el vehículo y las personas implicadas en el suceso.

Hace apenas dos meses se produjo otro atropello mortal en la ciudad, en este caso en la Avenida Reina Sofía por un coche que participaba en una carrera ilegal a más de 170 kilómetros por hora, según la estimación de la policía, y en el que falleció un hombre de 78 años. También en aquel caso, el conductor del coche implicado también se dio a la fuga, si bien fue identificado y se entregó cinco después del suceso.

En este caso, el conductor puede ser acusado de homicidio imprudente y omisión del deber de socorro, cargo este último que compartiría su acompañante, que también debe responder por encubrimiento de un delito.