La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha retirado del embalse de Alange 117 toneladas de carpines muertos debido a una bacteria, según las conclusiones que han resultado de los trabajos de investigación, que se iniciaron a finales del mes de marzo cuando se detectó la presencia de peces muertos en el pantano. En ese momento, un dispositivo formado por tres cuadrillas se encargó de acometer los trabajos de retirada de los peces y se inició una investigación para determinar las causas de la mortandad.

Según informa la confederación, los resultados obtenidos hasta ahora y en base a las experiencias previas con esta especie en el Guadiana, la hipótesis más plausible es que la causa de la mortandad fuera un proceso infeccioso, en concreto una septicemia hemorrágica bacteriana, producido por la bacteria oportunista Aeromonas hidrophyla .

Esta bacteria, que fue hallada en los análisis, resulta letal en individuos de carpín debilitados en su época reproductora y con lesiones y parasitosis previas.

La posibilidad de que la causa fuera una bacteria ya fue apuntada por los responsables de la confederación cuando se iniciaron los trabajos de recogida de los animales. Este diario informó el pasado 13 de abril sobre la retirada de los animales muertos, y ya entonces se descartaba que fuera debido a vertidos en la zona. Igualmente, se afirmaba que la calidad del agua no presenta ningún problema.

No es la primera vez que aparecen carpas muertas en el pantano de Alange, pero sí la primera con un número tan elevado. Así, es habitual la aparición de peces muertos en las orillas de ríos y pantanos, sobre todo en la época de reproducción, pero no con tanta virulencia como en esta ocasión. La única solución para acabar con infecciones de estas características pasa por destruir las poblaciones afectadas.