Hace más de cien años que dos mujeres emeritenses escribían en los semanarios de la época reivindicando su puesto en la sociedad.

La maestra Amantina Cobos escribió en defensa de la mujer en varios semanarios. El machismo era tal que no se permitía la más mínima intromisión en el mundo laboral o cultural de la mujer.

Luchó sin importarle nada y nadie Ana Finch que tuvo veintidós hijos, catorce vivieron, de ellas trece niñas. Enseñó a todas sus hijas que la libertad es lo más hermoso y así lo hicieron. Se las conoce y se las quiere y aprecia como Las Martínez . Una generación de mujeres que ha dado a esta ciudad muchos e ilustres hijos. Ana Finch escribía en todos los semanarios y revistas del comienzo del siglo XX. En los periódicos y revistas de feria de la II República, durante la guerra civil se suspendieron las revistas y los periódicos emeritenses y en la posguerra siguió escribiendo con la misma libertad de comienzos de siglo. Toda una mujer.

Luisa Grajera, al cerrarse el teatro Ponce de León que se encontraba en el actual museo visigodo, sufragó los gastos del proyecto del Teatro-Cine Maria Luisa y pagó la edificación y regaló el suelo y urbanizó la calle. Y esta calle lleva el nombre de Camilo José Cela, es hora de que estas mujeres emeritenses reivindiquen ese nombre de esa calle por justicia y derecho.

Y, aunque de Santa Amalia, Julia Mayoral, primera alcaldesa de España durante la II República, fue profesora durante varias décadas en Mérida y aquí es donde murió y fue enterrada.

Las mujeres progresistas tienen raíces de libertad en esta ciudad. No las olvidemos.