El encuentro de Bélgica y España fue de infarto. Eso se dice pero mi tensión se ha resentido. Un segundo tiempo que invitaba a una cerveza, un poco de patatera y un guiso de pestorejo que estaba riquísimo.

Lo normal. Tensión por las nubes. Menos mal que tengo un cardiólogo Andrés Pérez Garrido que ya me conoce y sabe como tratarme. Gracias. Y a mi hermano que me toma la tensión para cuidarme. Así da gusto, pero gusto, la verdad, la cervecita fresca, la patatera y unos trozos de pestorejo que hacen resucitar a un muerto o llevarse a un vivo a la carretera de Cáceres.

El Niño Torres se lució. Dos goles. Del Atlético de Madrid tenía que ser. Y España al mundial. Y en Mérida otro alegrón. José Antonio Reina se desgañitaba radiando el gol. Y la tensión, no arterial, que le daba al encuentro. Aquí no damos una y fuera, para disfrute de los demás, no pierde un partido y, el domingo en casa con todo un Linares que va el segundo. El presidente José Fouto hijo está encantado, con los disgustos en casa y disfrutando fuera, pero eso es el fútbol, que no hay quien lo entienda. Y ya llueve. Menos mal. Y se arregla el cine Maria Luisa. Va desapareciendo el camalote por un lado y apareciendo por otro. Comienza la feria de los gitanos. Pero la mejor noticia es que mi compañera y directora de Emérita Televisión María José Fernández está embarazada, la familia televisiva aumenta y el nuevo papá será nuestro también compañero Carlos Miguel. Está encantado, como todos los compañeros. Lo celebraremos, es el primero y eso merece un cervecita con patatera y pestorejo, con tu permiso Andrés.