Tras varios meses de reformas y mejoras en el centro zoosanitario de Mérida, la semana pasada concluyeron los arreglos de los desperfectos ocasionados tras muchos años sin producirse. Los aproximadamente 50 canes que se encuentran en estas instalaciones ya disfrutan de sus reformados hogares.

Se han llevado a cabo labores para adaptar el centro a la legislación de la ordenanza municipal que entró en vigor el pasado verano. Para ello se ha pintado todo el centro, incluido el suelo que se preparó con una pintura especial engomada y antibacteriana. También se han llevado a cabo, como confirma a este diario el delegado de Sanidad, Marco Antonio Guijarro, «el arreglo del vallado, de los bebederos automáticos que estaban en mal funcionamiento y de la zona de los sumideros».

Estas mejoras comenzaron con la puesta a punto de los microchips y la vacunación; llegó el cambió de suelo de tierra por hormigón y se preparó también una zona habilitada con sombra, en la que se ha realizado un tejado aislante. Por último, se realizó «un terreno aledaño a la perrera para que los perros pudieran salir a pasear».

En conjunto, unas inversiones que podrían rondar los 10.000 euros y que han sido valoradas de forma muy positiva por las protectoras de la ciudad. «El cambio ha sido bastante grande. Era algo que se necesitaba porque los perros estaban abandonados y por fin se les está dando importancia», confirma Vanesa, voluntaria de la protectora Batallón Perruno.

Multas por heces

Por otra parte, y sobre la nueva ordenanza de animales anteriormente mencionada, Guijarro recuerda que tras bajar el precio de las sanciones por las heces de los perros en las calles para que fuesen más efectivas, «hay expedientes sancionadores abiertos». Reitera que desde el ayuntamiento van a seguir insistiendo en que se cumpla esta ordenanza. Para ello, «cada cierto tiempo» utilizan policías locales de paisano para inspeccionar y denunciar.