Con el precio de la luz en máximos históricos, el Ayuntamiento de Mérida ya trabaja en la nueva convocatoria de ayudas para los denominados ‘mínimos vitales’. La delegada de Servicios Sociales, Catalina Alrcón, detalla que el consistorio recibirá de la Junta un total de 115.000 euros para la concesión de estas subvenciones, que de cara al 2017 introducen importantes novedades. Además de las facturas de agua o electricidad llegarán también al gas. Al mismo tiempo, se eliminan los límites al consumo, de forma que ahora las familias recibirán una cuantía máxima de entre 600 y 800 euros.

Estas ayudas se tramitan a través de los Servicios Sociales y para concederlas se tiene en cuenta la situación de cada hogar. Según detalla Alarcón, las correspondientes a la convocatoria del 2017 se podrán pedir en breve, una vez que esté disponible la solicitud oficial. Con los cambios introducidos, las subvenciones llegarán no solo a la factura del agua y la electricidad, sino también al gas butano.

Asimismo, se eliminan las limitaciones al consumo (fijadas el año pasado en 100 litros de agua potable al día por persona y 6 kilovatios/hora de energía eléctrica) y en su defecto se fijan unas cuantías máximas en función de las personas que convivan en la vivienda: 600 euros anuales para familias de dos miembros, 700 para las de tres y cuatro y 800 para las de cinco o más personas. Otra de las novedades, detalla la concejala, es que ahora serán los propios consistorios quienes abonen el importe de la factura a las empresas suministradoras (excepto el gas, que se realizará a través de pago directo al usuario), con quienes el Ejecutivo autonómico firmará próximamente los convenios correspondientes.

SIMPLIFICACIÓN / El objetivo del nuevo decreto es simplificar la tramitación de las subvenciones y también prevenir posibles cortes de suministro por impagos, así como fomentar el uso de otras medidas como el bono social eléctrico. Además, en esta ocasión se subvenciona el importe total de la factura, no solo la cuantía relativa al consumo como ocurría el ejercicio pasado.

Según los datos facilitados por Alarcón, en 2016 (el presupuesto fue el mismo, 115.000 euros), un total de 650 familias emeritenses pudieron beneficiarse de las ayudas a los mínimos vitales. «Nuestra prioridad son y seguirán siendo las personas y familias más vulnerables, por eso nos hemos puesto a trabajar ya para resolver la convocatoria», dijo la responsable de Servicios Sociales.