La investigación policial para esclarecer el tiroteo ocurrido el miércoles en la barriada de San Lázaro de Mérida continúa dando sus frutos, de forma que la cifra de detenidos por su presunta implicación en la refriega se elevó ayer a nueve personas. Son pocos los datos que se conocen de forma oficial, pues el juez del Juzgado de Instrucción número 3, que es el que lleva las diligencias del caso por encontrarse de guardia, ha decretado el secreto de sumario. Uno de los detenidos es el hombre herido de bala en el abdomen que se encuentra ingresado en el Hospital de Mérida, si bien el último parte médico ofrecido indica que su estado de salud es estable y que su vida no corre peligro. Se encuentra aislado y custodiado por la policía.

La presencia de agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se ha incrementado en las calles de Mérida por temor a que se produzca un nuevo enfrentamiento entre los dos clanes implicados en el tiroteo, pues los dos fallecidos y el herido son de la misma familia.

Se trata de una mujer de 71 años de edad y su hijo, de 38, que recibieron ayer sepultura en Mérida. Desde el mismo miércoles por la tarde numerosos familiares se personaron en el tanatorio para velar sus cuerpos. Según ha podido saber este diario dos familias ajenas a lo ocurrido que se encontraban previamente en las instalaciones velando a sus fallecidos decidieron desplazarse para continuar con su dolo en las dependencias del Hospital de Mérida, donde les facilitaron dos pequeñas estancias en la sala de necropsias, debido a la actitud molesta de algunas de estas personas cuando llegaron al velatorio.

Durante toda la jornada se respiró una tensa calma en las calles de San Lázaro. El temor a posibles represalias obligó a incrementar la presencia policial. La subdelegada del Gobierno en Badajoz, Yolanda García Seco, en una rueda de prensa en la capital pacense indicó que ayer se esperaba una jornada "complicada" por esta circunstancia y por la celebración del entierro, que finalmente se produjo sin incidentes.

Con este fin se reforzó la presencia policial en las calles de la barriada y en distintos puntos de la ciudad. Patrullas del Cuerpo Nacional de Policía estuvieron presentes durante todo el día en el tanatorio, en el Hospital y también por las calles de San Lázaro.

Sobre los detenidos poco se sabe, únicamente que pertenecen a ambos bandos. Se espera que tras la instrucción de las diligencias pasen a disposición judicial, algo que podría ocurrir a lo largo del día de hoy.

ENTIERRO La misa por los dos fallecidos se celebró en el tanatorio con la presencia de un gran número de familiares y allegados. El sepelio estaba previsto para las seis de la tarde, aunque el comienzo se retrasó algunos minutos. En la puerta del recinto estuvo presente durante todo el día un vehículo del Cuerpo Nacional de Policía y ya por la tarde se personó otro de la Policía Local para regular el tráfico. Varios vehículos más de ambos cuerpos de seguridad se apostaban a lo largo del recorrido entre el tanatorio y el cementerio, lugar al que llegaron los féretros en torno a las siete de la tarde.

Los coches fúnebres llegaron al cementerio sobre las siete de la tarde. Media hora después todo había acabado y los asistentes partieron del camposanto.

En cuanto al herido, al parecer hermano del fallecido, se encuentra en planta recuperándose de la herida de bala que sufre en el abdomen. Su estado es estable, según fuentes del Servicio Extremeño de Salud, y está a la espera de recibir el alta. En ese momento pasará a disposición judicial, pues se trata de uno de los detenidos por su participación en el tiroteo.

Sobre los motivos que llevaron al intercambio de disparos entre las dos familias, son varias las fuentes que confirman que se trata de una cuestión de honor, pues en el fondo se encuentra la ruptura de un matrimonio entre miembros de ambos clanes, y la nueva relación que el marido ha iniciado con otra mujer.