El edificio administrativo que albergará seis consejerías estará revestido de hormigón visto, tendrá paneles fotovoltaicos para generar energía solar y unos espejos en los patios para llevar la claridad al interior de las oficinas sin que provoque reflejos en los trabajadores. Esta luz llegará a través de unas lamas que se podrán mover según la orientación del sol, por lo que siempre habrá luz natural. Además, se instalará un intercambiador de tierra-aire para conseguir ahorro energético en la climatización de las oficinas.

El interior del edificio será moderno, funcional y nada recargado. La característica principal son los espacios abiertos sin soportes. La división se hará por módulos, que podrán cambiarse dependiendo de la organización y estructura de la consejería que la ocupe, tanto en la actualidad como en lo sucesivo. Además, otra de las medidas de ahorro energético se aplicará en la iluminación próxima a las fachadas, en la que la luz se regulará sola en función de la luz exterior. Así, a más luz exterior, las bombillas darán menos luz dentro.