Sin sorpresas de última hora. El gobierno local consiguió sacar ayer adelante el presupuesto municipal de 2018 con la ya anunciada abstención de IU y Mérida Participa, que habían llegado a un acuerdo presupuestario previo con el equipo de gobierno, y del edil no adscrito Juan Luis Lara; el rechazo del PP y la concejal no adscrita Antonia Sanmartín; y los votos a favor del PSOE. La portavoz municipal, Carmen Yáñez, dio a conocer que el nuevo presupuesto asciende a 47.772.800 euros, lo que supone un aumento de 3,2 millones de euros con respecto a las cuentas municipales del pasado ejercicio. Cabe señalar que el presupuesto de ingresos es superior al de gastos en 30.000 euros, pero «por prudencia financiera» no se han incluido aún en la cuantía global.

Tras su aprobación plenaria, se inicia un periodo de 15 días hábiles para que se puedan presentar alegaciones al documento presupuestario. Yáñez indicó que si los trámites siguen su curso, la previsión es que el nuevo presupuesto entre en vigor en junio. Según destacó la portavoz municipal, el ayuntamiento cumple «todas las magnitudes» económicas exigidas por el Ministerio de Hacienda, al cierre de la liquidación de 2017, para que el presupuesto se apruebe: pago a proveedores (24,7 días), regla de gasto positivo (1,2 millones) y estabilidad presupuestaria positiva (9,2 millones).

Cabe señalar que el presupuesto no contemplará los 2,4 millones de euros de superávit municipal (remanente de tesorería positivo) hasta que lo autorice el Ministerio, que será entonces cuando ese dinero se incorpore a los gastos. «El presupuesto se ha podido incrementar con estos buenos resultados», puntualizó.

Yáñez informó de que el presupuesto incluye casi tres millones de euros para inversiones, con un «importante incremento» en lo referido a las infraestructuras en la vía pública, mobiliario urbano e instalaciones deportivas. La delegada subrayó que se han incrementado «considerablemente» las políticas sociales con un fondo de garantía social de 136.000 euros; el envejecimiento activo de los mayores, sin contar el servicio de ayudas a domicilio, dispondrá de 10.000 euros; la atención a la discapacidad contará con más de 1.400.000 euros; y las ayudas para el pago de mínimos vitales aumentan en un 75%. Asimismo, la partida para las ayudas al deporte base se han incrementado en 50.000 euros y se mantiene el plan de empleo municipal, que se creó en el presupuesto de 2016, con 500.000 euros.

CONSENSO // La elaboración de estos presupuestos ha sido consensuada con los grupos de Mérida Participa e IU, tras la inclusión de las propuestas que habían realizado. Dentro de las medidas acordadas con los grupos, destacan la remunicipalización del servicio de limpieza de los edificios municipales, así como el aumento de las partidas presupuestarias para políticas sociales e inversiones.

El portavoz de IU, Álvaro Vázquez, manifestó que su grupo no está de acuerdo con todas las partidas del presupuesto, de ahí la abstención, pero reconoció que recoge buena parte de las acciones que contemplaban en su programa electoral, principalmente la remunicipalización del servicio de limpieza. Entre las 15 propuestas que se han admitido, cabe señalar las ayudas al alquiler para familias en riesgo de exclusión social con 30.000 euros, el fondo de garantía social, y 200.000 euros para la recuperación de las instalaciones deportivas.

Por su parte, el portavoz de Mérida Participa, Ramón Carbonell, afirmó que «no» han firmado con el gobierno local «ningún cheque en blanco» y que su grupo comparte muchas de las propuestas de IU. Algunas de las medidas que se han incluido en el presupuesto son la puesta en marcha de un proceso participativo para diseñar la red del autobús urbano, el establecimiento de criterios objetivos en Servicios Sociales, así como planes de empleo social no asistenciales.

El edil del PP local Fernando Molina manifestó que el presupuesto «no da soluciones a los problemas de los vecinos», al tiempo que achacó al gobierno local que no haya tenido «la voluntad» de hablar con su partido. A su juicio, cuando se apruebe el nuevo presupuesto, ya va a estar ejecutado «en más de dos terceras partes». Además, indicó que el gobierno local se aprovecha ahora de la «tendencia económica».

Entre otros asuntos del orden del día del pleno, Vicente Alcantud Cabezas tomó posesión de su acta como concejal del grupo municipal de Mérida Participa en sustitución del exedil Fernando González Rendo, que renunció a su cargo en el consistorio por motivos personales.