Pablo Simón Martín, de María Auxiliadora, ha sido elegido por tercera vez presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mérida, en un cargo que ocupará de nuevo durante tres años, y repasa para EL PERIODICO los pormenores de los vecinos. Tras la asamblea general extraordinaria celebrada el pasado día 28 de marzo, su junta la completan Evelio Gómez, de Las Abadías, Petri Gil, de la Santa Catalina, María del Carmen Jiménez, de Santa Eulalia, Juan Sánchez, de San Juan, y David Simón, de La Antigua.

--¿Cómo se desarrolló el proceso hasta su reelección?

--El pasado 28 de marzo se celebró una asamblea extraordinaria con el punto del día establecido sobre la renovación de la Junta Directiva. Un mes antes presenté mi candidatura, y aunque solo hacía falta para formar una nueva tener al menos cinco integrantes, finalmente no se presentaron más, por ello, y aunque no era necesario se procedió a votar y todos los asistentes aceptaron por unanimidad la que había.

--En esta ocasión, ¿se presentó con los mismos compañeros?

--En la anterior estábamos once y esta vez lo hemos reducido a seis, de los cuales cinco de ellos sí que repiten en el cargo. En un principió se contó con los que estábamos, pero luego, por diferentes motivos personales de cada uno nos hemos quedado así.

--¿Qué objetivos tienen?

--Siguen siendo los mismos que teníamos: plantear a la Administración lo que los vecinos pretendemos o queremos que se cumpla, es decir, nuestros proyectos o quejas. También tenemos interés de colaborar en todo lo que podamos con el partido que esté en el ayuntamiento en cada momento, porque todo lo que ocurre en Mérida le ocurre a los vecinos. Así, la pretensión es explicar aquello que entendemos que es bueno para nosotros, aunque después sean ellos los que finalmente decidirán si hacen una cosa u otra. Pero, sobre todo, queremos hacer una vida más cómoda a los vecinos.

--En la actualidad, ¿cómo son las relaciones con el ayuntamiento emeritense?

--Las relaciones actualmente no son muy buenas, porque las personas con las que hablamos se quejan amargamente de que no nos dan participación. Además, hacen en las barriadas actuaciones sin consultar a los vecinos, primero las ejecutan y quizás luego las comenten. A veces se escudan en que les hemos votado, en que tengan una mayoría, y piensan que tienen la sabiduría absoluta. La federación no se reúne con el ayuntamiento. Ahora hemos mandado un escrito para que tengan conocimiento de la nueva directiva y esperamos a que cuando consideren nos podamos entrevistar para hablar e intentar buscar soluciones a los problemas. No podemos arrimar el hombro solo cuando a ellos les interese, por eso seguimos con la pretensión de que nos reciban.

--¿Cuáles son las principales demandas de los barrios?

--Hay mucha dejadez en cuanto al mantenimiento general de las barriadas que el equipo de gobierno está achacando a la crisis. La mayoría de las calles de las barriadas y del centro presentan unos socavones enormes, y no podemos excusarnos en la crisis, porque después se gastan el dinero en cosas que no son prioritarias. Hemos conseguido reducir el déficit, pero ahora vamos a ayudar a las personas, porque se ha reducido enviando al paro a muchas familias.

--¿Considera que hay suficiente implicación vecinal?

--Los vecinos sí se implican, pero lo que pasa es que se cansan cuando intentan implicarse en alguna cuestión y les dicen que no, o como cuando a mí no me comunican ciertas actividades o actos de la ciudad. Antes de que entrara este equipo de gobierno, por las circunstancias que fuera, la federación participaba en las comisiones y teníamos representantes. Desde entonces no nos llaman, así que no podemos implicarnos. Por ello nos quejamos de que no hay esa complicidad en Mérida entre administración y vecinos. Es imposible hacer nada si no nos contactan.

--¿Cómo se plantean el futuro desde la federación

--Lo que pretendemos es intentar cambiar esta situación y a ver si el alcalde de la ciudad, Pedro Acedo, dedica un poquito más de tiempo a la ciudad y a sus vecinos. De esta forma nos reunimos y podemos intentar solucionar los problemas que tenemos. Además, queremos pedir a las instituciones que se le dé a los presidentes de las barriadas que llevan más de 25 años en el cargo el escudo de la ciudad, porque considero que necesitan también ese reconocimiento por parte de las administraciones públicas.