La crisis económica generalizada no solo se nota en los bolsillos de los ciudadanos, sino también en las arcas públicas y en sectores como el de la construcción. Tal es así que el ambicioso proyecto de urbanización del entorno del río Albarregas denominado Codam (centro de ocio y deportes del Albarregas de Mérida) está paralizado por falta de financiación para poder desarrollarlo. No es seguro, por tanto, que todo lo previsto esté terminado para su desfrute esta legislatura, como era la intención y el compromiso del Gobierno local que, sin embargo, insiste en que el proyecto "seguirá adelante" más tarde o más temprano, según el alcalde de Mérida, Angel Calle.

La iniciativa actualmente "está paralizada" por "problemas de financiación" para llevarla a cabo. La idea del ejecutivo local era sacar la obra a concurso y ya había varios promotores que habían mostrado interés por este proyecto, pero "todo se ha paralizado por falta de financiación", insiste el mandatario emeritense.

Además del centro de ocio y deportes, las previsión es hacer una pasarela de madera cruzará el río Guadiana desde la zona del Albarregas hasta la altura del Palacio de Congresos de Mérida, con el compromiso, ahora más complicado, de que esté terminada antes de que finalice la legislatura en el año 2011.

Todo forma parte de una promesa electoral socialista y si intención es desarrollarlo junto con empresas privadas. Se trata de ubicar varias instalaciones, zonas verdes y espacios de ocio en la zona entre el puente Lusitania y la desembocadura del río Albarregas. Así, están previstas varias infraestructuras entre las que destacan instalaciones deportivas, de recreo, de ocio, con quioscos, cafetería, para mayores y otros contenidos.

DINERO PUBLICO Y PRIVADO Todo con el objetivo de que todo ese espacio sea un lugar de encuentro de familias e hijos, donde las personas se puedan sentar en una cafetería mientras sus hijos juegan en las zonas deportivas que se habilitarían.

La intención que siempre se ha manifestado por parte del gobierno local es que el proyecto sea financiado con recursos municipales, contando con la participación económica por parte de empresas privadas, porque las instalaciones pueden ser gestionadas por la iniciativa privada, siempre con un pliego de condiciones para que el ayuntamiento le de un caracter social al uso de las mismas.