Mérida puede sentirse orgullosa del papel que ha jugado en la propagación de la fe católica a través de los siglos. Ya San Cipriano, obispo de Cartago, escribía en una carta en el año 255 su existencia en nuestra ciudad, y era ya una iglesia implantada. Parroquias, conventos y ermitas desde los primeros años del catolicismo existían en Mérida. También son muchos los investigadores que han propiciado estos descubrimientos.

INVESTIGADORES Los documentos que los investigadores han aportado para conocer mejor la existencia de la iglesia en Mérida son numerosos. La carta de San Cipriano que ya hemos escrito en estas páginas; Bernabé Moreno de Vargas en su historia de la ciudad de Mérida en el año 1633; José Alvarez Sáenz de Buruaga en Materiales para la Historia de Mérida (de 1637-1936) ; Vicente Navarro del Castillo, en su II tomo de Historia de Mérida y pueblos de su comarca ; Yolanda Barroso Martínez y Francisco Morgado Portero, en un extraordinario trabajo que se publicó en el I tomo de Mérida ciudad y patrimonio , en el año 1997. Las ermitas de Mérida. Su historia como ejemplo de la pérdida del patrimonio emeritense; artículos y trabajos del director del Museo Nacional de Arte Romano, José María Alvarez Martínez; Pedro Mateos, director del Instituto de Arqueología de Mérida y director científico del Consorcio de la Ciudad Monumental; los arqueólogos José Luis de la Barrera Antón, Agustín Velázquez Jiménez y el sacerdote Aquilino Camacho Macías, ya fallecido, que en breve se le publicará su tesis doctoral sobre la Sede Arzobispal Emeritense, que coordina Agustín Velázquez.

Dos parroquias: Santa Jerusalén, hoy Santa María la Mayor, y Santa Eulalia; varios conventos: conventual o convento de Santiago; San Francisco de los franciscanos; Nuestra Señora de la Antigua, de franciscanos descalzos; San Andrés de los dominicos, San Juan de Dios de la Orden Hospitalaria. De órdenes femeninas: convento de comendadores de Santiago de Santa Olalla; Concepción, de religiosas concepcionistas; Monte de Piedad, de religiosas terciarias franciscanas y Santa Clara.

ERMITAS Las ermitas eran las de San Andrés, Nuestra Señora de la Antigua, Calvario, Santa Catalina, San Gregorio y San Albín, San Juan, San Lázaro, Nuestra Señora de Loreto, Santa María del Castillo, Santa Lucía, Piedad, San Salvador Santísima Trinidad y Santiago. Algunas de estas ermitas tuvieron otros fines como conventos o parroquias.

Muchas de estas ermitas y conventos, que se encontraban en el mismo centro de la ciudad, han desaparecidos e iremos haciendo una recopilación de todas ellas, donde se encontraban, qué fines tenían, fechas de su construcción y desaparición, benefactores que las crearon y órdenes religiosas que las fundaron e hicieron posible que Mérida fuera una de las ciudades más carismáticas del mundo cristiano. Son muchas las fuentes que se van a consultar pero el trabajo merece la pena y muchas las ayudas que hemos conseguido para propiciar este trabajo con toda garantía.