Santa Eulalia fue nombrada ayer alcaldesa perpetua de Mérida por la corporación municipal 17 siglos después de sufrir el martirio. El acto se desarrolló en el ayuntamiento, en un salón de plenos abarrotado de público.

Durante el transcurso del acto se leyeron mensajes enviados por el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y del arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, Antonio Montero.

El acto comenzó con una laudatio del teniente de alcalde, Luis María González, que ha llevado el expediente para nombrar a la mártir alcaldesa perpetua.

En ella señaló que la razón de este nombramiento es "porque tus conciudadanos así lo quieren. Porque no se puede entender a Mérida sin ti, porque los emeritenses te han llevado siempre en la memoria y en su corazón, y porque eres lo mejor que tenemos".

En su turno, el portavoz del grupo socialista, Angel Calle, dijo que la imagen de Eulalia es una buena manera de representar uno de los objetivos que se ha marcado su grupo para Mérida: "Hacer convivir nuestro pasado histórico, nuestras señas de identidad, nuestras raíces, tradiciones y devociones con una ciudad que mira al futuro de la concordia, la solidaridad y el respeto a todas las creencias".

La portavoz del equipo de gobierno, Pilar Vargas, indicó que había que "asumir nuestro compromiso con los emeritenses del mañana, con nuestros niños y jóvenes que deben ver y mantener en Eulalia el referente de unidad que ha supuesto para la ciudad de Mérida en el transcurso de estos 17 siglos".

El alcalde Pedro Acedo cerró el acto. En su discurso institucional manifestó que santa Eulalia "ha sido, es y será la embajadora más insigne que ha dado esta ciudad".