La unión de Pedro Acedo y Oscar Baselga tiene sus compensaciones para unos y otros. Acedo siempre ha dicho que va el primero o nada. No vende su primogenitura política por un plato de lentejas. Algo se cuece en este acuerdo.

Está claro, o casi claro: Pedro Acedo, si gana la lista Baselga, será el candidato a disputar en la región la presidencia de la Junta. Uno se queda con la región del PP, el otro quiere la región en su totalidad. Esto, si sigue Juan Carlos Rodríguez Ibarra es una meta imposible. El reto es fuerte, quien lo quiera se la juega. Y quien juegue con Ibarra pierde, tiene en su mano un repóquer y sólo hay un comodín en la baraja.

La disputa es fuerte, en Mérida se le ha puesto en contra tres exconcejales que le apoyaron contra Juan Ignacio Barrero Valverde, José Pérez Garrido, José Luis Ortiz Belda y Primitivo Muñoz, acompañado este último por su esposa la diputada regional Leonor Nogales Basarrate fueron pilares importantes en la política de Acedo, como lo fue en las pasadas elecciones el alcalde de Don Benito Mariano Gallego, que es buen amigo de Acedo pero no puede ver ni en pintura a Baselga.

Las elecciones van a estar reñidas y con las descalificaciones de unos y otros van a tener que llamar nuevamente a Juan Ignacio Barrero a que una a este partido que entonces era un desastre y hoy un gallinero.

Comienza la campaña. La promesas. El reparto de poderes. Como con las glorias se van las memorias más de uno se ve consejero de una de las carteras de la Junta.

Ibarra, en silencio, se lo está pasando a lo grande y sonríe cuando los del PP criticaban las primarias del PSOE.

Ayer fue la elección de compromisarios. Según su recuento puede hacerse un avance. En política todo puede ocurrir, menos ganarle a Rodríguez Ibarra.