Los conductores que circulaban ayer por el polígono industrial El Prado tuvieron que sortear unos obstáculos especiales. Varios ejemplares de cabras campaban desorientadas por las calles. No tenían las etiquetas identificativas porque se las había arrebatado el propietario de las mismas. La razón es que estaban enfermas y las había dejado sueltas y abandonadas a su suerte.

La consecuencia, varias de ellas fallecieron, algunas atropelladas debido al considerable número de vehículos que circulan por este lugar (en la fotografía se aprecia a uno de estos animales muertos ayer tras ser atropellado).

Además, otras dos fueron enterradas en un lugar cercano por personas ajenas a las mismas, mientras que otra de las cabras fue retirada por el camión de la basura en la mañana de ayer.

La policía no se explica la sin razón del propietario y advierte del peligro que estos animales sueltos pueden causar en el tráfico (afortunadamente al conductor de ayer no le ocasionó lesiones de consideración).

Según los agentes, es bastante habitual que los dueños de animales enfermos --sobre todo cabras, perros y ovejas-- los dejen sueltos en lugar de enterrarlos en sus propiedades al morir.