La peregrinación en honor de Santa Eulalia espera congregar este año al menos a un millar de asistentes. Esta es la cifra de participación con la que se conforma José Luis Ortiz, aunque reconoce que le gustaría que fueran muchos más los que el próximo jueves recorran el camino entre la Ermita de Perales y la basílica de Santa Eulalia en la víspera de la celebración del día de la Patrona.

Para este año se han previsto tres puntos de concentración y salida hacia la ermita. Los autobuses saldrán a las diez de la mañana desde la barriada de la Corchera, a las diez y cuarto desde la propia basílica, y a la diez y media desde el supermercado Día de Nueva Ciudad.

Se espera que todos los participantes, tanto los que vayan en autobús como los que se desplacen en sus coches particulares, estén concentrados en la ermita a las once de la mañana. La salida está prevista media hora más tarde.

Este año se pretende que buena parte de los peregrinos participen también en la procesión de la Mártir que la traslada de su basílica hasta la concatedral. Para los que aguanten será un paseo que sumar a los 23 kilómetros que separan la Ermita de Perales, situada en Arroyo de San Serván, de Mérida. Habitualmente el recorrido se completa sobre las siete de la tarde. El cansancio empuja a muchos de los peregrinos a marcharse antes del comienzo de la procesión. Por ello, este año los organizadores tratarán de llegar un poco más tarde para que no haya tanto tiempo de espera entre el fin de la peregrinación y el comienzo de la procesión.

Durante el camino se realizarán 13 paradas, tal y como marca la tradición, una por cada uno de los martirios de Santa Eulalia. Este recorrido comenzó hace quince años, y lo que empezó un puñado de seguidores de la niña santa, se ha convertido en una tradición que ha multiplicado por miles sus participantes (en una ocasión consiguió reunir a más de 3.000 fieles, y el pasado a más de 2.000), muchos de ellos llegados desde distintos puntos de la geografía española. El hecho de que el jueves sea día laborable no favorece a que haya una mayor afluencia.

La tradición de la peregrinación la víspera de la celebración de Santa Eulalia procede de la localidad murciana de Totana, que comparte patrona con Mérida, aunque en este lugar los peregrinos realizan el recorrido entre la ermita y la localidad durante todo el día y toda la noche.