Las obras de remodelación de la calle Almendralejo están provocando que las entradas a varias viviendas estén por debajo del acerado, que subirá 15 centímetros de nivel, cuando ya hay algunas casas con un desnivel de 60 centímetros, lo que causará que entre agua cuando llueva, ventanas a ras del suelo, poner más umbrales y que las personas que habitan estas viviendas, casi todas mayores, no puedan salir sin peligro.

Por este motivo, un grupo de vecinos ha pedido al ayuntamiento que se paren las obras para buscar una solución antes de que se construya el nuevo acerado.

Los vecinos se reunieron el jueves con el concejal de Obras, Primitivo Muñoz, a quien expresaron su temor de "terminar viviendo en auténticos subterráneos", a la que asistió el arquitecto municipal, "pero no encontramos una respuesta a nuestras preocupaciones", señalan en una nota.

"Con esta política, el Ayuntamiento de Mérida demuestra su desprecio a los principios y normas vigentes en materia de accesibilidad, al someter a los vecinos de la calle Almendralejo a la dura prueba de enfrentarse diariamente, al entrar o salir de sus viviendas, con auténticas barreras arquitectónicas construidas a espaldas del bienestar ciudadano", explican en el comunicado.

Una de las afectadas, Carmen Naranjo, indicó que han hablado con el director de la obra para pedirle que, al menos, el nivel del acerado siga siendo el mismo, "pero estuvo poco conciliador, alegando que había condicionamientos técnicos y que era un derroche que no entraba ni en el proyecto ni en el presupuesto".

Estas obras son polémicas. El Consorcio pidió el proyecto al ayuntamiento, se lo negó, y fue denunciado por la Consejería de Cultura y un minusválido en silla de ruedas no puede salir de su casa debido al acerado.