Las arcas municipales siguen muy mermadas fruto de la crisis económica y de los gastos extras que desencadena tener que asumir competencias que corresponden a otras administraciones públicas, y que supone más de un 30% del gasto municipal. Para ayudar a reflotar las arcas municipales, hace justo un año se anunció la puesta en marcha del plan de saneamiento económico del ayuntamiento. Este eje de actuación ha ayudado a no seguir sangrando a la economía local, pero tampoco ha sido la panacea , aunque aún le quedan dos años más de vigencia.

Ese plan contempla diez medidas fundamentales, que pasan por el incremento de algunos impuestos y tasas; el control de gastos municipales en luz, dietas y el agua; ajustar y reorganizar la plantilla haciendo funcionarios al personal laboral, eliminar el fraude fiscal del catastro, refinanciar a largo plazo las deudas con los bancos, y crear una empresa municipal de servicios que gestione todo lo relacionado con la logística del transporte. La mayor parte de ellas ya se han realizado, con el fin de conseguir el equilibrio presupuestario entre los ingresos y los gastos del consistorio.

En este sentido, respecto a los gastos corrientes del ayuntamiento (luz, combustible, seguros, dietas...), establece que el incremento no puede superar en el 2009 el 2,5% sobre el 2008; el 2% en el 2010; y el 1,5% en el 2011.