La planta para el reciclaje de escombros que el ayuntamiento va a construir será gestionada por una empresa privada.

Así lo afirmó el consejero municipal, Miguel Valdés, en el pleno municipal del pasado jueves, donde la propuesta se aprobó con los votos favorables del PP y la abstención del PSOE.

En su justificación, Valdés manifestó que la mayoría de las plantas de reciclaje que existen están dirigidas por empresas privadas, "y por eso proponemos que la gestión sea indirecta, ya que el ayuntamiento no dispone de personal ni de medios materiales", argumentó.

Por este motivo, el consistorio sacará, a concurso público, la gestión de la citada planta, que se levantará donde ahora se sitúa la escombrera municipal, cerca de la carretera N-630, en terrenos municipales, que serán cedidos por el ayuntamiento a los ganadores del concurso.

Asimismo, se ha redactado una ordenanza para regular el vertido de escombros procedentes de las obras y que está afectando a algunas zonas de la periferia de la ciudad. La normativa también fue aprobada el pasado jueves en el pleno, esta vez por unanimidad. Entre otras cosas, regulará la recogida de los ripios de las obras.

Miguel Valdés señaló que el 60% de los escombros que salen de las obras de la construcción pueden ser reciclados. Así, el material que pase por la planta se podrá usar como zahorra, fundamentalmente para obras civiles, como pueden ser los acerados y en la construcción de algunas carreteras y otras vías.