Ya es una realidad: las empresas que inviertan más de 10 millones de euros contarán con rebajas en los impuestos. La petición la lanzaron los promotores de la planta azucarera que se quiere instalar en Expacio Mérida, pero no se circunscribirá solo a esta. El pleno local aprobó eyer las modificaciones en las ordenanzas fiscales del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y Actividades Económicas (IAE), además de la tasa por la prestación de servicios urbanísticos.

El Grupo Socialista sacó adelante los cambios con el apoyo del concejal no adscrito Juan Luis Lara y el PP, que mantuvo la línea continuista a favor de la rebaja. 20 votos afirmativos contra los tres noes de Podemos e IU (la concejala de la formación no asistió al pleno), que votaron en contra al considerar que es una medida «inútil» que no beneficiará a las pequeñas empresas. La edil María Antonia San Martín, también no adscrita, se abstuvo.

Estas rebajas en los impuestos incluyen unas bonificaciones de entre el 30% y el 95% en los impuestos mencionados a las empresas que quieran instarlarse en Mérida y que inviertan un mínimo de 10 millones de euros y se comprometan a crear 10 empleos. El 95% se reserva para aquellas que, como la azucarera, inviertan un total de 300 millones de euros y creen 100 puestos de trabajo. En el IBI, estos beneficios serán solo para los primeros 7 años de actividad y se tendrán que ir renovando anualmente. Por su parte, en el IAE la duración también será de 7 años, los dos que ya estaban estipulados y una ampliación de cinco. En la tasa de la licencia urbanística, la bonificación afectará solo a esta licencia y no al resto y será del 0,764%, siendo el presupuesto máximo de 10 millones.

Mayoría/ IU y Mérida Participa fueron las voces discordantes del pleno. Fernando González, portavoz de Mérida Participa, aseguraba que era una de las decisiones «más importantes de la legislatura», pero la rechazaba porque no salen beneficiadas las pequeñas y medianas empresas.

Álvaro Vázquez, portavoz de IU, por su parte, afirmaba que no será determinante para que la azucarera se implante en Mérida el pagar más o menos impuestos. Aseguraba además que estas medidas no son eficaces y que sí hay que negociar pero «no ceder las armas». Carmen Yáñez, portavoz socialista, le respondió que las modificaciones no son para ninguna empresa en concreto, sino para que en el futuro las grandes empresas se instalen en Mérida.

En la misma línea, el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, reiteró que lo que se debatía en el pleno no era solo para la planta azucarera, pero aseguró que el que venga esta empresa a Mérida también depende de las rebajas en los impuestos que se le hagan. Defendió además que la ciudad saldrá beneficiada, ya que la rebaja fiscal «será solo para los primeros siete años» y la vida media de una azucarera es de «40 años».

Osuna aseguró también que la ciudad anglosajona es competencia directa de Mérida e incidió en que la planta azucarera ha tenido más ofertas para instalarse en España. Por ejemplo de Aragón, comunidad que contactó con la empresa. El edil municipal terminó diciendo que la azucarera se había fijado en Mérida porque gente del grupo inversor tenía fincas en Extremadura y que los siguientes pasos para que la empresa se instale en la ciudad tenían que darlos «todos juntos».

Abundando en estos argumentos, el portavoz del PP, Pedro Acedo, fue breve y aseguró que la competencia de Mérida está en Reino Unido, en la ciudad en la que azucarera también quiere instalarse y donde no pagaría impuestos, por lo que siguió con su discurso favorable a estas medidas. Por su parte, el Lara aseguró que en este tema todos tienen que «remar en la misma dirección» y reiteró en varias ocasiones que «el 95% de 0, es 0».