El poeta Rafael Rufino Félix Morillón es de los poetas mejores de Extremadura y de este país. Comenzó a escribir siendo un joven que asistía a las tertulias con Félix Valverde Grimaldi, Jesús Delgado Valhondo, Demetrio Barrero, Alberto Sánchez, Alberto Oliart y se reunían en El Rincón de la Victoria, en la travesía de San Salvador, de Miguel Seller, tertulia eminentemente literaria donde se creó la revista Olalla , que sólo estuvo unos meses por falta de liquidez económica, no tenían ni un duro, se tuvo que dejar de imprimir. Los poetas siempre estuvieron a la cuarta pregunta.

Rafael escribía en las revista de feria de la década de los cincuenta y en el periódico semanal Mérida del año 1953 con algunos poemas, críticas de cine y disputas literarias que su amigo Fermín Ramos Sánchez.

Es un emeritense que merece lo mejor. De fuentes municipales y del agua más cristalina se está procediendo a que pueda ser nombrado Hijo Predilecto de la ciudad. Se siguen las pautas y se ha creado un juez para hacer el expediente y presentarlo en breve en un pleno municipal para la aprobación de los ediles emeritenses. Se lo merece. Es un poeta, como decía hace poco Manuel Pecellín, que ha ido de más a mejor y su premio de poesía Ciudad de Salamanca es de los más cotizados y mejor valorados de españa.

Es un estusiasta de la cultura y este reconocimiento por parte de la ciudad es una deuda que al ser premiado un poeta la dignifica.

Rafael Rufino Félix Morillón ha escrito diez libros de poemas: Tarde cerrada, Consumación del tiempo, Crestería de la sal, Voz distante, Reloj de arena, Memoria de la luz, Versos recobrados, Las aguas litorales, Párpados de espuma y Las Ascuas.

Este poeta nació en Mérida el 9 de enero de 1929. Casado, cuatro hijos y nueve nietos. Amigo de sus amigos y un lector empedernido.

El ser nombrado Hijo Predilecto de Mérida viene a reconocer una labor cultural de muchos años. Enhorabuena.