Las barriadas de san Antonio, Cruzcampo, Bellavista y Nueva Ciudad son focos de delincuencia juvenil y tráfico de drogas a pequeña escala. En estas zonas, con personas mayores asentadas desde siempre en Mérida, conviven familias llegadas en los últimos veinte años, con una notable presencia de jóvenes en ellas, "se está produciendo una incidencia notable de actitudes en los jóvenes que rozan o entran directamente en lo que constituye la delincuencia juvenil", sobre todo en delitos de riesgo como conducción temeraria y delitos menores como hurtos en establecimientos y robos en el interior de vehículos. Si no se corrigen estas circunstancias "desembocarán en un futuro próximo en el aumento de la delincuencia".

Son conclusiones de la Comisaria de Mérida y la Guardia Civil fruto del estudio de las actuaciones policiales durante los tres últimos años. De este informe se ha valido el ayuntamiento y aparece recogido en el denominado Plan Urban para analizar la delincuencia en esos barrios que es donde se aplicará el plan.

Asimismo, en el informe se argumenta que, sobre todo las zonas de San Antonio y Cruzcampo, se han convertido en puntos importantes de tráfico de drogas, debido "al incremento de la presión policial ejercida en los habituales puntos de venta en San Lázaro" y al "realojo". La policía achaca esta situación al "terreno propicio" que supone para esta actividad "el elevado número de viviendas sociales, en muchos casos ocupadas de forma irregular por sus actuales moradores, la existencia de un porcentaje notorio de familias en situación laboral precaria y la existencia de un porcentaje elevado de jóvenes con fracaso escolar y modelos sociales basados en figuras relacionadas con conseguir dinero fácil".