La policía local advierte del deterioro de las armas que portan como consecuencia de la falta de prácticas de tiro. Según fuentes de UGT consultadas por este periódico, la última vez que agentes locales hicieron prácticas para probar las armas fue hace dos años, y de forma voluntaria, algo que consideran debe cambiar y formar parte del trabajo obligatorio de los agentes, para el buen uso de este material de trabajo y para una mayor seguridad ciudadana y de los propios policías.

Las armas que llevan la mayor parte de los agentes que están en la calle son del año 1988, a excepción de las entregadas hace diez años por los vigilantes de seguridad, y las pistolas nuevas en poder de los jefes y mandos.

Estas fuentes denuncian además que son armas pesadas y con una capacidad para cargar seis cartuchos, cuando en Badajoz y Cáceres son pistolas más modernas, ligeras, y que almacenan 16 cartuchos. Además, aseguran que la destreza en el tiro se logra practicando más de una vez al año, para solventar con ciertas garantías situaciones peligrosas, como las vividas hace dos semanas en la barriada de San Lázaro, donde hubo un tiroteo, una situación que se repitió en el mismo lugar en la Navidad del año 2003.

Esta situación provoca, aseguran, que sean los propios agentes los que limpian las armas y realizar el mantenimiento de las mismas, para paliar en lo posible que se deterioren más.

Estas prácticas de tiro si son más habituales en la Guardia Civil. Se da la circunstancia de que durante los días 4, 5 y 6 de mayo han realizado ejercicios de tiro al blanco con pistola el personal de la Guardia Civil perteneciente a la Escuela de Tráfico. Lo han hecho en sierra Carija, el lugar habitual para estas prácticas.