Un incendio en un piso obligó ayer a desalojar a las 16 familias que habitan en el bloque de viviendas del número 10 de la calle Marquesa de Pinares.

El fuego se desató en el segundo piso, cuyos ventanales dan a la calle, sobre las 18.15 horas. En ese momento, dos policías locales que ordenaban el tráfico, ya que había muchos vehículos aparcados en doble fila, advirtieron que salía humo de las ventanas y subieron a la vivienda, que estaba abierta. Luego, y a pesar de que no se veía nada por el humo, entraron protegiéndose la boca y la cara con un trapo mojado para respirar mejor y para comprobar que no había nadie. Cuando creían que estaba vacío, vieron a la dueña, una mujer mayor, en una habitación.

La mujer, que estaba sorda y no había oído las llamadas de los policías, había intentado apagar el fuego con cubos de agua, pero no pudo. Tampoco quería abandonar su domicilio y fue desalojada, casi a la fuerza, por los dos agentes de la policía, que también evacuaron el resto de vecinos, ya que el humo se extendía por las escaleras.

Todo apunta a que el incendio se inició en el salón provocado por una vela que estaba encendida alumbrando la estampa de un santo, pero no se extendió porque se cerraron las puertas de la vivienda y se avisó rápidamente a los bomberos. Fueron siete en tres vehículos y uno de ellos justificó el número diciendo: "Ahora estamos mejor, antes no podíamos venir tantos".