La Policía Local lleva más de dos años sin realizar prácticas de tiro cuando su formación aconseja hacer estas operaciones cada seis meses, para lo que deben contar con 200 cartuchos por policía al año, algo que tampoco se cumple en todos los casos.

Los agentes realizaban normalmente estas prácticas una vez en primavera y otra en otoño, y en campos de tiro improvisados en Calamonte o en la sierra Carija, que no tienen las condiciones necesarias para hacer estas operaciones, al no haber en la ciudad un lugar para ello.

La ley es clara y obliga a los agentes a usar armas, según explicaron a EL PERIODICO EXTREMADURA fuentes policiales, "para la defensa de la vida de otras personas y de la propia, y en garantía de la seguridad ciudadana". Para ello, es fundamental la formación básica y la práctica periódica, "porque eso es una habilidad también, como el conducir, si dejas de conducir un tiempo luego te cuesta un montón, y esto pasa igual".

Además, la normativa exige a estos agentes que cuando vayan a usar el arma, lo hagan en partes no vitales para otras personas y sin crear peligro para ciudadanos del entorno, "y eso, si no tienes prácticas, es muy difícil de hacer cumplir".

En este sentido, apuntan que han insistido en esta cuestión a las autoridades municipales competentes, pero desconocen por qué no han hecho nada al respecto.

La solicitud para la adquisición de los 200 cartuchos anuales por policía debe hacerse cada año al Ministerio del Interior, "pero otra cosa es que luego hay que comprarlos y buscar el sitio para hacer prácticas".